Cáparra

Cáparra
ARCO

El denominado popularmente “arco de Caparra”, es realidad un edificio formado por cuatro pilares macizos que sustentan arcos de medio punto, característicos de la arquitectura romana, que se prolongan en bóvedas de cañón, enfrentadas, destinadas a sustentar un ático también macizo y plano, a modo de cubierta. Se trata de un edificio único en el amplio repertorio de la arquitectura romana en España. Fue elevado a finales del siglo I después de Cristo, cuando la ciudad de Caparra alcanza el rango de Municipio romano. Para su construcción, pagada por un relevante ciudadano caparense llamado Marco Fidio Macer, que lo dedicó a la memoria de sus padres, se eligió un punto central en el que se cruzan las dos vías más importantes de la ciudad. Servía además como acceso monumental a la plaza.

 

En origen, el ático, del que hoy podemos contemplar su núcleo interior de hormigón, estuvo rematado por una cubierta plana y revestido en sus cuatro frentes por placas de mármol blanco. Todo el edificio está realizado con bloques de granito teñidos en su origen de color rojo y en el arranque de los arcos, al interior, conserva motivos decorativos en forma de guirnaldas.

 

En el momento de su construcción tenía una altura aproximada de más de 13 metros, por lo que ejercía un efecto ciertamente monumental en el la trama urbana de la ciudad. En sus frentes este-oeste, es decir, los que corresponden al trazado de la Vía de la Plata, disponía de pedestales adosados sobre los que se colocaron esculturas de mármol que, posiblemente representaban a los padres del constructor o personajes de la familia imperial. Se ha señalado, incluso que las esculturas ubicadas en el frente oriental, pudieron ser ecuestres, teniendo en cuenta las dimensiones de los pedestales.

 

Al exterior del frente occidental todavía de puede contemplar la inscripción dedicatoria de Marcus Fidius a la memoria de sus antepasados.

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