Cáparra

Cáparra
PUERTA SURESTE

Las puertas de entrada a una ciudad romana, se disponían en los lugares en los que el recorrido de las vías principales de circulación, coincidían con el recinto amurallado que definía el espacio urbano o pomerium. Generalmente una ciudad romana tenía cuatro puertas que se correspondían con el trazado de las dos calles principales siguiendo las direcciones norte-sur; este-oeste. Las puertas estaban flanqueadas por torres que se reforzaban, como medida de cautela, creando puntos de control para el acceso de personas y el tráfico comercial.

 

La ciudad romana de Caparra seguía este esquema clásico y contó, como mínimo, con cuatro puertas de acceso. La Puerta Sureste se dispuso al final del cardo maximus y servía  de punto de entrada y salida hacia el Sur de la ciudad, comunicando además el núcleo urbano con el anfiteatro. Tenía una anchura de cuatro metros, aproximadamente, lo que permitía el tránsito de vehículos de carga y estaba flanqueada por dos torres, rematadas en potentes bastiones defensivo de planta semicircular. Las torres sustentaban un tramo de bóveda de cañón que conformaba realmente la puerta y daba continuidad a la muralla por su zona superior. No se ha podido determinar con seguridad la altura, pero la hipótesis apunta a un alzado de aproximadamente cuatro metros. El acceso al recinto urbano se realizaba  a través de un tramo pavimentado con losas de granito que anteceden al umbral, en el que se aprecian unas hendiduras practicadas en la roca y destinadas al anclaje de los goznes de las puertas propiamente dichas. Ëstas, debieron realizarse  con madera reforzada con elementos de hierro forjado. Por las huellas de uso  se ha podido determinar que se abrían de dentro a fuera. En el interior de las torres se aprecian dos pequeños espacios que pudieron servir para establecer un servicio de control del acceso.

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