Cardo y Decumanus Maximus, fueron las calles principales de la Ciudad y la referencia fundamental para el desarrollo urbanístico a partir, sobre todo, del siglo I después de Cristo, etapa en la que se alcanzó el máximo crecimiento. Esta gran calle, sigue un trazado rectilíneo  norte-sur y su recorrido, de aproximadamente 200 metros se iniciaba en la puerta sureste de Caparra hasta alcanzar las inmediaciones del Arco, lugar en el que se cruzaba con la otra gran arteria urbana. La anchura de esta calle es de cuatro metros, aproximadamente y su trazado se vio condicionado por la pendiente natural del terreno, que obligó a su escalonamiento progresivo. Para su construcción se emplearon diferentes capas de materiales. La inferior estaba compuesta por guijarros, piedra menuda y fragmentos de teja y ladrillo, triturados. La superior estaba compuesta por grandes lajas de granito o cuarcita y ofrecía el habitual aspecto de las calzadas romanas.

Las excavaciones realizadas en las manzanas más próximas al Arco, han permitido saber que al menos a uno de sus lados, esta calle contaba con una galería porticada que se sustentaba por columnas de granito, algunas de las cuales se han hallado en su emplazamiento original. Durante las excavaciones se hallaron, además diversas canalizaciones de desagüe procedentes de las diversas construcciones emplazadas en esta zona, que confluyen en un gran colector, que sigue el trazado de la propia calle.