El Forum o plaza fue el espacio urbano  más destacado de Caparra, con una superficie total de más de 5.000 metros cuadrados. Para su emplazamiento y construcción se escogió la plataforma topográfica más amplia y nivelada de toda la geografía urbana.

Tiene planta rectangular y sus diferentes ámbitos estaban perfectamente delimitados. El acceso, estaba monumentalizado ya que se realizaba a través del Arco, inmediato al cual se abría una triple puerta igualmente monumental a juzgar por los herrajes de bronce que se han hallado durante las excavaciones. Desde aquí se accedía a una gran plaza descubierta de aproximadamente 66 metros de fondo, pavimentada con grandes losas de granito. Al fondo de esta plaza, en una plataforma elevada, estaban emplazados los templos o espacios de culto. Gracias a las excavaciones realizadas, y aunque el Foro de Caparra ha sido un lugar especialmente expoliado para aprovechar sus materiales en construcciones posteriores, podemos afirmar que la ciudad contó al menos con tres edificios religiosos, a los que se accedía desde la propia plaza, mediante escalinatas. Del templo ubicado en el ángulo nororiental, puede verse una plataforma, cuadrada, de lajas de granito, que daba paso a la escalinata de acceso.

El Foro, cumplía las tradicionales funciones de espacio principal para la gestión religiosa, económica y política de la ciudad y sus territorios. El frente occidental estuvo ocupado por la Basílica, espacio destinado durante la Antigüedad a la administración de justicia. Este espacio es en realidad una galería porticada, sustentada por 16 columnas de más de tres metros de altura. El interior tenía aproximadamente ocho metros de anchura. Destaca la construcción, en el ángulo noroeste, de una pequeña aedicula o espacio en el que se colocaban, con un cierto boato, los magistrados encargados de los diversos procedimientos judiciales.

El frente opuesto, fue el elegido para el emplazamiento de la Curia. Ëste, era el lugar en el que se reunía el ordo caparensium o consejo ciudadano, para tomar las decisiones económicas y políticas, necesarias para el buen gobierno de la ciudad. Para ello existía, en el ángulo nororiental, una pequeña tribuna de oradores, a la que se accedía por una escalera, de la que todavía se conserva parte de su estructura.

La existencia de soportes y pedestales así como el hallazgo de diversas inscripciones conmemorativas, referentes a destacados miembros de la comunidad como el propio Marcus Fidius o miembros de la familia imperial, permite afirmar que estos espacios y la propia plaza, estuvieron decorados con numerosas esculturas. La gran cantidad de  fragmentos de mármol hallados durante las excavaciones sugieren igualmente una arquitectura lujosa tanto al interior como al exterior de todos estos espacios.